Las pérdidas de vitamina B1 en diabéticos promueven el daño a los nervios y órganos
En una deficiencia de tiamina, los productos de degradación de azúcar cada vez más agresivos pueden acumularse en el cuerpo. Los efectos destructivos del aumento de azúcar en la sangre en los nervios y los vasos sanguíneos son forzados.
La Society for Biofactors eV (GfB) señala, por tanto, que "compensar este déficit vitamínico, además de un buen control del azúcar en sangre, contribuye de manera significativa a contrarrestar las enfermedades secundarias de la diabetes".
Esto no parece ser posible solo a través de la comida: para compensar la pérdida de tiamina, un diabético tendría que consumir alrededor de 5 mg de tiamina por día, según los cálculos de GfB. Esto corresponde a unos 3,6 kg de fideos de huevo o 7,1 kg de patatas. Incluso los alimentos que son particularmente ricos en tiamina romperían el menú habitual, por ejemplo, con 750 g de cerdo o 1,3 kg de avena. “Consumir cantidades adecuadas de alimentos no es realista ni recomendable”, evalúa la GfB.
Para evitar una deficiencia de tiamina en los diabéticos y conseguir efectos protectores nerviosos y vasculares, la asociación de especialistas aconseja complementar el precursor de tiamina soluble en grasa benfotiamina. "El organismo absorbe mucho mejor la benfotiamina que la tiamina convencional", explica el diabetólogo Prof. Hilmar Stracke del Hospital Universitario de Giessen y Marburg. Este es un requisito previo importante para que la tiamina llegue a los tejidos diana en las cantidades necesarias y los proteja de los productos tóxicos de degradación del azúcar.
La benfotiamina ya se está utilizando con éxito en el tratamiento del daño del nervio diabético (neuropatías) (las preparaciones que contienen el ingrediente activo están disponibles en las farmacias sin receta).
Fuente: Stuttgart [GfB]