Se puede predecir el éxito de la terapia para la depresión.

Las características especiales de la enfermedad y la composición genética de un paciente permiten predecir los efectos de los antidepresivos.

Todavía no está claro por qué las drogas no funcionan adecuadamente en alrededor del 30 por ciento de los pacientes con depresión. Los científicos del Instituto Max Planck de Psiquiatría en Munich ahora han investigado este fenómeno mediante el análisis de parámetros genéticos y clínicos.

Su objetivo era aclarar qué factores determinan el éxito de la terapia. Por primera vez, identificaron 46 genes en el material genético de los pacientes que influyen positivamente en los efectos de los antidepresivos. Una caracterización futura de estos genes promete nuevas ideas sobre el desarrollo de la enfermedad y posibles enfoques de tratamiento. Lo interesante aquí: muchos de los factores hereditarios son demostrablemente activos en enfermedades metabólicas, cardíacas y vasculares. Además, la terapia es particularmente favorable para pacientes con un alto número de variantes genéticas positivas, falta de síntomas de ansiedad o edad temprana. (Archives of General Psychiatry, publicación en línea, 8 de septiembre de 2009)

La depresión puede ser causada tanto por factores genéticos como por factores ambientales. Los cambios anatómicos en ciertas regiones del cerebro, la hiperactividad crónica de las hormonas del estrés, las pérdidas cognitivas y mucho más muestran cuánto cambia un paciente psicológica y físicamente durante la depresión. El tratamiento farmacológico todavía se basa en antidepresivos. Estos aumentan las sustancias mensajeras neuronales que, como la serotonina, desempeñan un papel crucial en la comunicación de las células nerviosas. Sin embargo, la triste realidad es que muchos pacientes no pueden curarse por completo con antidepresivos. A menudo, una mejora en el bienestar solo se produce después de muchas semanas o meses, ya que muchos sistemas del cuerpo primero deben volver a equilibrarse.

Para ver al paciente como un todo, los científicos del Instituto Max Planck de Psiquiatría no examinaron deliberadamente la influencia de un solo gen en el efecto de los antidepresivos en el paciente. "Con respecto a los procesos de recuperación diferentes, pero que actúan simultáneamente, examinamos todo el genoma de los pacientes", dice Marcus Ising, jefe del grupo de trabajo "Psicología Molecular". Participaron en el estudio un total de 1532 pacientes de tres grupos diferentes. En un enfoque de varias etapas, los investigadores identificaron inicialmente 328 variantes genéticas que influyeron en el éxito del tratamiento. Los efectos más fuertes se encontraron para 46 variantes genéticas, que mostraron una influencia positiva o negativa en el resultado de la terapia en los tres grupos de pacientes. Cuantas más variantes genéticas favorables pudieran detectarse en un paciente, más rápido respondió a los antidepresivos. Curiosamente, los genes que se ha demostrado que son activos en enfermedades metabólicas, cardíacas y vasculares también podrían estar asociados con la depresión. Se sabe desde hace mucho tiempo que estas enfermedades están relacionadas. Sin embargo, este hallazgo permite las primeras pistas moleculares de un mecanismo de enfermedad común.

Dado que, además de la información genética, las condiciones de vida también influyen de manera decisiva en la depresión, se tuvieron en cuenta en el estudio criterios clínicamente relevantes como la edad de inicio de la enfermedad, el diagnóstico como episodios recurrentes de la enfermedad, depresión crónica, trastorno de ansiedad simultánea, y la edad y el sexo del paciente. Se ha demostrado que los pacientes con un elevado número de variantes genéticas favorables y sin síntomas de ansiedad simultáneos responden de forma particularmente rápida a los antidepresivos. Obviamente, los antidepresivos actuales no corrigen suficientemente los cambios relacionados con la enfermedad que subyacen a la depresión con trastorno de ansiedad superpuesto.

Con la ayuda de los conocimientos adquiridos, ahora es posible un estudio específico de estos procesos. Los efectos de los antidepresivos, que ya se descubrieron en la década de 1950, ahora se pueden dilucidar utilizando los métodos de investigación del genoma. El objetivo es comprender qué circuitos de control molecular del propio cuerpo reaccionan a los antidepresivos comunes para reajustar el sistema nervioso desequilibrado. "Sobre la base de este conocimiento, algún día será posible proporcionar una terapia dirigida y exitosa e intervenir para prevenir enfermedades en personas con un mayor riesgo de enfermedad", dice Florian Holsboer, director del Instituto Max Planck.

obra original:

M. Ising, S. Lucae, EB Binder, T. Bettecken, M. Uhr, S. Ripke, MA Kohli, JM Hennings, S. Horstmann, S. Koiber, A. Menke, B. Bondy, R. Rupprecht, K Domschke, BT Baune, V. Arolt, AJ Rush, F. Holsboer, B. Müller-Myhsok Un estudio de asociación de todo el genoma apunta a múltiples loci que predicen el resultado del tratamiento con antidepresivos en la depresión Archives of General Psychiatry, publicación en línea, 8 de septiembre 2009

Fuente: Munich [MPG]

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