Lactobacillus hace que los alimentos sean duraderos

Para muchas personas, las bacterias de ácido láctico se encuentran en la mesa todos los días, por ejemplo en yogur o salami. Las pequeñas criaturas no solo hacen que los alimentos sean más duraderos y digeribles, sino que también ayudan al sistema digestivo y al sistema inmunitario. La Asociación para la Microbiología General y Aplicada (VAAM) ha nombrado al microbio Lactobacillus del año 2018 para destacar su importante papel en la salud, la nutrición y la economía.

Los lactobacilos ("barritas de leche") han estado con humanos durante mucho tiempo. Acerca de 7.000 hace años, los ganaderos establecidos en el norte de Europa comenzaron a comer más leche y sus productos, explica el VAAM. Esto ha significado que no solo los bebés, sino también los adultos en nuestras latitudes también han formado la enzima para la degradación del azúcar de la leche (lactasa). En Asia, este no fue el caso, por lo que para la mayoría de los asiáticos adultos, los productos lácteos aún son poco tolerados.

Lactobacillus está involucrado en una variedad de procesos alimenticios. Entonces, el microbio produce leche agria sin que se eche a perder, en forma de yogur, kéfir o queso. Incluso la producción de pan de masa fermentada, chucrut y pepinos encurtidos no sería posible sin la bacteria. Los carbohidratos existentes se convierten en ácido láctico. En un ambiente ácido, las bacterias dañinas como Salmonella no se pueden multiplicar y la comida se conserva. En biotecnología, Lactobacilli se usa para producir ácido láctico, que se usa como aditivo alimentario (E 270) en, entre otras cosas, productos horneados y dulces.

Los lactobacilos también realizan tareas importantes en el cuerpo. Las bacterias se transmiten en el canal del parto desde la madre hasta el recién nacido para protegerlo de los patógenos. En el intestino humano, las bacterias promueven la digestión saludable y fortalecen el sistema inmunológico. Por ejemplo, hacen que la fibra esté disponible a partir de granos enteros con la ayuda de ciertas enzimas y apoyan la función de la mucosa intestinal.

Heike Kreutz, www.bzfe.de

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